El festival de San Sebastián lanza un mensaje claro durante su 68ª edición: “Gracias por venir al cine”

El 68º certamen del festival de San Sebastián arranca una lluviosa semana del 16 de septiembre al 26 de septiembre en la ciudad vasca. El jurado de esta edición lo preside el director de la cinta italiana “Call me by your name”, Luca Guadagnino, acompañado de Marisa Fernández Armenteros, la productora española; Michel Franco, cineasta mexicano, y la actriz Lena Mossum.

El certamen arranca con la conveniente proyección de Rifkin’s Festival, la última creación de Woody Allen acerca de un matrimonio que acude al festival de San Sebastián. Ella tiene un affaire con un director francés y su marido queda prendido de una joven vasca. La comedia romántica rescata la parte más divertida del director.

La sección oficial se introduce con el largometraje Akelarre basado en un País Vasco del 1609. Ana, una joven aldeana junto a otras chicas, participa en una fiesta en el bosque. Son acusadas de brujería y condenadas a arder en la hoguera por el juez Rostegui. También son candidatas a la Concha de Oro el filme de Antonio Méndez Esparza: Courtroom 3H; Druk, de Thomas Vinteterberg; Verano del 85, de François Ozon; entre otras 14 cintas. La sección también integra otros estrenos de proyecciones especiales como el de la serie Patria, la película documental El gran Fellove y Antidisturbios, una miniserie de 6 capítulos sobre una ejecución de un desahucio en Madrid.

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La ganadora de la concha de oro fue Beginning, de Dea Kulumbegashvili, una película grabada en georgiano. Narra cómo una comunidad de testigos de Jehová es atacada por un grupo extremista. La historia gira alrededor de la esposa del líder de la comunidad y cómo su mundo se desmorona. La cinta fue premiada también a mejor dirección, guión y actriz. El premio a mejor actor, por otra parte, se lo llevaron los cuatro actores de Druk: Mads Mikklesen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang y Lars Rnathe. Druk también se llevó el premio Feroz por la crítica.

Otros ganadores fueron: Sin señas particulares al premio horizontes latinos, en esa misma sección la mención especial fue para Las mil y una de Clarisa Navas. El premio del público de la ciudad de Donostia se otorgó a El padre de Florian Zeller, en la misma categoría el premio a mejor película fue para El agente topo de Maite Alberdi. El Premio Donostia esta edición ha sido concedido al actor Viggo Mortensen que debuta como director de Falling, un drama padre-hijo en el que el propio Mortensen encarna a un hombre gay cuyo padre conservador y homófobo comienza a padecer síndromes de demencia, lo que le obliga a mudarse con su hijo y su novio. En el largometraje, el actor de El Señor de los Anillos también ha participado en el guión, en la producción y en la música. Mortenssen ha agradecido “a la gente que sigue yendo al cine, porque con su presencia nos dan la oportunidad de contar historias que nos marcan y, a veces, nos unen a todos”.

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Y es que, durante los tiempos de pandemia, la cultura ha sido uno de los sectores que más se ha resentido. El festival ha estado repleto de medidas de seguridad frente a la pandemia, desde las mascarillas que todos los participantes han llevado, los asientos en el público de la gala separados por cintas, las proyecciones de las videollamadas de todos los cineastas que no han podido asistir y el recordatorio de las medidas de seguridad frente al covid proyectado en la pantalla antes de cada película, esta es la adaptación de este sector al nuevo contexto social. Sin embargo, junto a todas las medidas se proyectaba también otro mensaje en las pantallas: “gracias por venir al cine”.